¿Por qué los ‘bloggers’ no somos fieles a nuestras palabras?

cafetero
3 min readJan 15, 2017
Fotografía de Andrew Neel

Descubres algo y te motivas. Durante semanas estás realmente enchufado con el tema, compruebas los beneficios, y cómo no: decides compartirlo con los demás. Te curras un post que disfrutas muchísimo escribiendo, y le das a publicar. En las siguientes semanas la motivación se desvanece, y abandonas aquello que has dicho que tan bien te iba. ¿Qué te ha pasado?

Explicar tu éxito te lleva al fracaso

Durante los últimos meses he visto como se repetía el mismo patrón tres veces. Justamente lo que explico arriba. Me ha pasado cuando escribí sobre los grandes beneficios de escribir en papel. Tiempo después se repitió el proceso cuando publiqué sobre la productividad adelantando el despertador. Esta semana me ha pasado lo mismo con mi uso de Todoist. Después de haber publicado un podcast sobre cómo estaba exprimiendo el uso del gestor de tareas, me he desinflado y he ido posponiendo las tareas programadas para el día sin contemplaciones. ¿Qué me ha pasado?

En las dos primeras, he tenido un mes de abandono del hábito. En cuanto a Todoist, está por ver… Por el momento llevo una semana que no rasco bola. El tema me ha hecho reflexionar. ¿Por qué cuando compartimos experiencias perdemos la motivación?

El ejemplo del fumador

Hoy estaba conversando con Manuel Angel Borrego Lopez por Twitter sobre mi penosa adicción al tabaco, y me ha dicho algo que viene muy a cuento de lo que te estoy contando:

«Si quieres un consejo de un exfumador, lo más importante es que la primera semana NADIE sepa nada. Ni siquiera tu familia, es difícil pero si lo saben te animarán y eso te regala los oídos y bajarás la guardia».

Supongo que alguna vez te has encontrado con el típico fumador que lo está dejando. Lo grita a los cuatro vientos. Parece que no habla de otra cosa. Cada día que pasa te actualiza los días que lleva sin sacar humo por la boca. ¡Eh! ¡Yo lo he hecho! Y cada vez que veo a alguien haciendo lo mismo, sé que no va a dejar de fumar.

Recibir la gratificación

Somos bastante simples. Puede que podamos hacer esfuerzos titánicos por cambiar hábitos, o cosas en nuestra vida. Pero cualquier cambio que queremos hacer tiene un objetivo, el cual busca su satisfacción.

Lo que nos pasa a los bloggers, es que cuando empezamos a ver los primeros frutos de algún cambio, no podemos evitar escribir sobre ello.

Quieres compartirlo. Así que te curras una buena entrada, y la publicas. Obtienes satisfacción por el contenido que has creado. No se trata de si el post tiene feedback o no, si lo ha leído mucha gente o poca. Se trata de que has desarrollado un contenido sobre algo que está siendo importante para ti. Y eso te trae una sensación de satisfacción. Es como el broche final de un proceso.

Mentalmente algo hace clic. Cierras capítulo, e inconscientemente ya lo consideras un logro. ¿Acaso no está online? Por el camino pierdes la motivación que te movía a hacer el esfuerzo que estabas haciendo. Así que bajas la guardia, y aquello sobre lo que has escrito corre el peligro de perderse. No tiene por qué perderse, pero pasas unos días o semanas en las que no tienes la fuerza que tenías antes de darle al botoncito de publicar.

Los temas son muy variados. Hacer un consumo responsable en tecnología (la cual te apasiona), adquirir nuevos hábitos, descubrir e implementar un sistema de productividad personal, e incluso dejar una adicción. Tú puede que tengas otros diferentes.

La cuestión es que cuando explicas algo que es importante para ti y que tiene un objetivo, supone un obstáculo para seguir en la onda. No es nada definitivo, pero creo que está bien saberlo. ¿No crees?

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cafetero

Inquieto y errante... Curioso tecnológico y kindleriano acérrimo ⏳